16 septiembre 2010

PUÑOS FUERA


Comenzamos de nuevo. Otro curso.

Muchos alumnos no hacen más que entrar en las aulas y salir de ellas...todo es una fiesta y es que en un lugar en el que la civilización y las buenas maneras llegan sólo para buscar el modo de combatirlas, la cosa promete ser dura.

Empieza el primer asalto.

Una compañera dijo una vez: "¿No os dais cuenta? Los niños son como animales...y esta manada está intranquila, es ese nerviosismo controlado que precede a la estampida."

Cierto, son como animales. Les cuesta estar en orden en la cuadra, les cuesta entender que la comida, si se comparte, palía el hambre de todos...
que existen unas normas que han de ser respetadas para que la manado funcione como un engranaje adecuado...

problema, hay que ser generoso, razonar y tratar de pensar de manera inteligente.

Sin embargo, nos olvidamos de algo... los animales no razonan, son primarios, a cualquier necesidad hay que darle una respuesta rápida y eficaz

¿cómo resultará la doma?

13 septiembre 2010

Reinicio


Con la llegada del mes de septiembre comenzamos curso y año mucha gente.

Los alumnos, los profesores, los comerciantes de temporada, etc...

Es extraño cómo muchas veces no nos guiamos tanto por el uno de enero como por el año lectivo.

Septiembre llega cargado de algunas sensaciones buenas.

Baja la temperatura, todo se hace más clemente, reencuentros con amigos a los que no ves desde la temporada pasada, separaciones laborales, comienzo de nuevos proyectos, terminar la carrera y empezar a dejar curriculums por todas partes...

todo ello es una constante en el mes de septiembre...

...y ya vamos camino de octubre.

INICIO RE- INICIO...

12 septiembre 2010

Mi patria en mi voz


Hubo un tiempo en el que la música que se escuchaba la representaban y la abanderaban grandes voces que tenían la gran virtud de hacer suyas las canciones y hacer que llegaran al público con una facilidad pasmosa. Muchos de esos cantantes no escribían sus canciones, pero tenían el don de hacerlas suyas y que la verdad que destilaban sus voces hicieran que se convirtieran en ídolos de multitudes.
El intérprete tenía su importancia y casi era más importante que lo que cantaba, lo legitimaba.

Pasó el tiempo y los compositores, sin voces muy agraciadas, intentaron tomar las riendas de lo que componían y expresarse ya no sólo sobre el papel, sino también con su propia voz. En esa época ya empezó un notable declive para todos aquellos artistas que sabían cantar, pero no tenían qué cantar (o en gran medida la calidad y efectividad de sus letras había perdido fuelle por ese "egoísmo" del escritor que reclamaba más presencia y mérito sobre el trabajo que el público consumía y disfrutaba tan frugalmente como ignoraba la fuente de la que procedía.

En el caso de Scott Walker hay que decir que goza de una voz privilegiada, que muchos cantantes contemporáneos, incluso bandas (pensemos en The Divine Comedy, por ejempo), no se pueden concebir sin su figura, y que era el intérprete perfecto. Asimismo, intentó componer canciones y las ejecutó correctamente, pero sin la ambición de ser reconocido por su talento compositor como por la calidad y personalidad en la ejecución de las canciones.
Quizás la fuerza de Walker resida en eso, fue consciente de qué posición ocupaba, qué papel jugaba y dónde residía su verdadera fuerza: sólo cantar, interpretar y finalmente... comunicar.

Personalmente, siempre he valorado que los grupos compongan sus canciones y las pongan en escena. En mi caso es la sensación de tener la garantía de que quien te está transmitiendo una historia lo hace de una manera vivida, auténtica y lo más alejado posible de una pose bien estudiada por un asesor de imagen.

Finalmente he comprendido que en lo que se canta está la personalidad de quien lo canta. Es por ello que a través de gente como Scott Walker, Raphael, Dusty Springfield, Sinatra... concebimos que la figura del intérprete es clave, más allá de la propia habilidad para componer.