18 abril 2007

Que levante la mano quien no padece algo como...


No está de más echarle un vistazo a este folleto que encontré hace unos días cuando volvía a casa del trabajo.

Estaban las cuartillas tan bien apiladas en una ventana de una casa que no pude evitar pasar sin fisgonear antes. Es que no creo que ninguno de vosotros os hubiérais resistido a no coger un folletito de estos.

Habla de la superación de ciertos conflictos que pueden aparecer en nuestras vidas. Pensándolo bien, creo que no le falta ni uno solo a la lista. Es tan completa que casi te deja sin argumentos para NO visitar al psicólogo. Definitivamente necesito un psicólogo y a juzgar por la publicidad de esta consulta, tú también.




Audiencia Total

Dios resulta tanto más necesario cuanto más evidente es su ausencia. Antes de Concentración, Dios era para Pannonique lo mismo que para la mayoría de la gente: una idea.”

Amelie Nothomb es una escritora francesa que ha publicado hace no mucho tiempo su último libro: Ácido Sulfúrico. En este libro hace una reflexión acerca de un binomio temático que a todos nos incumbe como es la telebasura y los medios de comunicación masivos. Para ello se sirve especialmente de esa fórmula-concepto tan en boga últimamente: los programas de telerrealidad.

Para ello se sirve de un ejemplo que lleva las características del "género" a un extremo. El programa se llama Concentración y trata de recrear con la mayor fidelidad posible un campo de concentración nazi, en todas sus dimensiones. Prisioneros, “kapos”, trabajos forzados en escombreras, un agua sucia –a la que llaman sopa– y un mendrugo de pan para comer…

Los kapos (vigilantes de los prisioneros) son perfectamente amaestrados para maltratar psicológica y físicamente a los prisioneros. El grupo de prisioneros fue reclutado de los callejones de París. De repente, una estudiante, un profesor, una ama de casa, un vagabundo, una anciana…son secuestrados en una furgoneta y puestos al servicio del éxito a toda costa del programa. Cada uno de los concursantes tiene un pasado, una rutina, una identidad…Identidad que es borrada nada más entrar en el programa y en su lugar la reemplaza una matrícula. Así, Pannonique pasa a llamarse CKZ 114. Comienza el proceso de "deshumanización".

La rutina de los prisioneros no es otra que cavar, cavar y cavar cada día entre un montón de escombros. Periódicamente dos de ellos son elegidos entre el grupo para su ejecución. Sí, los matan. Generalmente el menos conflictivo y el que menos se hace notar en el grupo es del que antes prescinden (ésto no es Gran Hermano).

Delimitadas las reglas y generado ya el entorno para los concursantes, sólo queda que se desarrolle todo, no importa cómo, pero que tenga éxito. En el transcurso de programa lo más interesante es cómo los protagonistas disertan sobre la idea de Dios, la manipulación, el sufrimiento, la necesidad de tener a alguien al lado, las consecuencias de la sublevación…y por supuesto una crítica a los responsables del programa -que no son los organizadores ni los kapos ni los directivos- sino los espectadores. Cada golpe, vejación, tortura o ejecución va seguida de un espectacular aumento de la línea de audiencia.

Se produjo una auténtica movilización de los medios de comunicación frente a la ignominia que suponía la participación masiva de los espectadores. De común acuerdo, el mismo día todos los periódicos pusieron en titulares con caracteres gigantescos: ¡EL COLMO!, y empezaron todos el único artículo de la primera página con “Hemos tocado fondo […] El resultado de aquel desencadenamiento de pasiones no se hizo esperar: todo el mundo se puso a ver Concentración. Incluso los que no tenían televisión iban a verla a casa de sus vecinos, lo cual no les impedía presumir alto y fuerte de se los últimos refractarios y los mayores detractores de la telebasura. Resultó más sorprendente todavía escucharles pontificar sobre ese programa teniendo en cuenta su conocimiento de causa.
Era la pandemia
.
Lo que resulta más escándaloso de la historia es si algún día, visto cómo está el panorama televisivo y el mundillo de los realities sería posible llegar a este extremo de perversa deshumanización.
Hablemos, pues, de TELERREALIDAD. ¿Quién es el primero en mojarse?

17 abril 2007

¡Qué rosa era mi Valle!



El último día de marzo me desplacé a Madrid porque uno de mis grupos fetiche tocaba allí: tresestrellas. La presentación de su ep 5 iba precedida por un grupo del mismo sello discográfico AA Records (AA Tigre) y les seguiría The Secret Society.
La sala Nasty fue el lugar elegido, que atrajo a gente de varios extremos de la geografía nacional.

tresestrellas tuvieron una actuación breve (poco más de media hora) y parcos en palabras hacia el público, pero muy eficaces a la hora de presentar las canciones que integran su primer trabajo editado. Trabajo en el que para mí fue especialmente emocionante escuchar "Run Fast", que es una de mis favoritas de su disco. Además, la nota más destacada la puso "The Forest" una canción que no aparece publicada en este trabajo (pero sí lo hicieron ya anteriormente) y que escuché hace mucho tiempo.
"The Forest" –que usualmente se le conoce como “sin título”- fue la primera canción que escuché. Por aquel entonces tresestrellas era un grupo en ciernes y no la certeza que es hoy. Por ello, habiendo visto cómo ha crecido esta canción, me emocioné mucho.

La ejecución de estas canciones corrió a cargo de María Valle (voz y guitarra), Javier y Carlos Aquilué (bajo y batería respectivamente). Puedo decir que cuando veo de cerca a esta gente la sensación es extraña. No parece que vayan a tener tanto talento haciendo música. Es cierto que no entiendo mucho de cómo ha de tocarse una batería, ni cómo suena una batería programada...pero Carlos lo hizo estupendamente; del mismo modo que Javier me dejó sin palabras. Verlo de cerca, calmado y un poco seriote, me hacía pensar que no me impresionaría tanto. Me impactó ver a ese hombre a una guitarra pegado…
Estos dos últimos que tienen un grupo paralelo a tresestrellas, Kiev cuando nieva, en donde exploran otra faceta de ese buen hacer que les caracteriza.
Y sobre la voz del grupo había facetas que no conocía, entre ellas verla en directo, cantando. Fue especialmente bonito –porque básicamente era la razón por la que estaba allí-. Al principio un poco tensa, pero rápidamente se hizo con las canciones y comenzó a derrochar presencia y esencia (digamos que lo que muchos ya quisieran).

La nota discordante la puse yo, que en mi empeño de que alguna persona que estaba muy lejos escuchase una canción llamé por el móvil, lo cual hizo que la señal del teléfono se acoplara a la del micrófono, y puse en apuros a la señorita Valle. Fue muy gracioso ver cómo daba un respingo y se ponía rosa por culpa de un espectador tan poco educado como yo…jejejeje…

Ahora, si te los encuentras cerca, vé a verlos. Me lo agradecerás…


El líder de The Secret Society (Pepo Márquez) acompañó al grupo en una canción.





15 abril 2007

Nada es lo que parece

Entre mis últimas lecturas debo destacar Como un guante de seda forjado en hierro, ese cómic de mi idolatrado Clowes que ya ha conocido su tercera edición en España.

Confieso que antes de comprarla tuve mis reservas y en una primera ojeada hubo algo que me hizo pensar que tal vez no me iba a gustar tanto como todo lo que ya había leído.

Honestamente –y por suerte– me equivoqué. Esta última aventura supone un paso adelante en el conocimiento del universo tan personal de Clowes. Repleto de personajes que se cruzan en el camino del que ejerce de hilo conductor de la historia y que no hace más que retratar con solvencia a ciertos elementos de una sociedad que creemos lejanos y con los que convivimos diariamente sin reparar mucho en ellos.

La historia arranca cuando el protagonista decide investigar sobre una película de serie Z que ha visto por casualidad. Todo el periplo que sigue el protagonista en busca de los responsables de esa obra no hace más que mostrarnos ese bestiario de freaks que aparecen con toda la naturalidad del mundo, personajes que dan cuerpo a una obsesión, un error genético, un cambio de dirección, un revés de la vida…Algo que, como al final de la obra se puede concluir, nos puede suceder a cualquiera.

Clowes estructura la historia en 10 partes, cada una de ellas copada por el personaje que le sale al paso en el camino del protagonista.

Una ácida, cínica y lúcida reflexión acerca de cómo algo tan suave como la seda puede tener la consistencia del hierro, pero sólo en la misma medida en la que este metal tan rotundo adolece de su importante fragilidad.

Más allá de ser la nueva parada de los monstruitos, éste es un buen ejemplo de reacciones equivocadas y acertadas en situaciones nada usuales.

¿Quién da más?

¿Quién me ha robado los zapatos?

Últimamente no hago más que darle vueltas a este tipo de imágenes:


Aparecen constantemente y me ha sorprendido que me dijeran que eso tiene su significado. No es arte, aunque dada la “performance” cualquiera lo podría pensar. Dicen –las malas lenguas– que se trata de una señal con un mensaje en clave que no significa otra cosa más que “aquí se vende droga”. Me quedé extrañado. No sé si es un bulo y me lo he tragado enterito, pero el caso es que ya no quiero ni pensar qué puede significar el hecho de que algunas personas cuelguen bolsas y cedés en balcones y ventanas.

¿Alguien tiene algo que decir al respecto?