26 febrero 2007

Esos gigantes en el horizonte


En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:

—La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.

—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.

—Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

Don Quijote, 1ª Parte, Cap. VIII

(Imagen para www.juancasero.com)

Un vistazo a la felicidad

El día 24 de Febrero el pintor criptanense Juan Fco Casero (www.juancasero.com) fue invitado por el Círculo de Bellas Artes de Ciudad Real para realizar el comentario de un cuadro dentro de la sección "Vaya cuadro", dedicado a la pintura. La elección de la obra corría de su cuenta.
Según argumentó el pintor de Campo de Criptana, la elección de una obra de Paul Gauguin vino motivada por ciertas “afinidades” biográficas que conectan a ambos como pintores. Gauguin pasó de un París en pleno avance industrial a marcharse a Tahití, donde la vida se transcurre a otro ritmo. Algo similar ocurre con Casero, licenciado en económicas pero poseído por esta pasión que es la pintura. De este modo podemos entender que el manchego, igual que Gauguin, hace equilibrio entre lo necesario para vivir lo que nos toca estos días y dar salida a la verdadera vocación.
El cuadro del que habló era AREAREA. Comenzó su comentario desde el título, Arearea significa en mahorí la felicidad del paraíso, lo cual nos sitúa ante un Gauguin en una etapa distinta a la que dio inicio a su carrera. Ya no está en París, sino en Tahití. Una lengua y una cultura diferente. Las reglas son distintas, por tanto los códigos de expresión han cambiado sensiblemente.
Según exponía Casero, este principio de su etapa tahitiana se basaba en la representación de escenas cotidianas. Por ello recurre a la vida en el campo, alejados del ruido, pasando el tiempo a la sombra de un árbol, oyendo el sonido del campo o de la música y con el motivo religioso danzando al fondo de la escena. Así, Arearea es visto como una escena pastoril, en donde las dos protagonistas se pueden interpretar como dos ninfas tahitianas que poseen el pincel de Gauguin para captar con urgencia ese instante natural.
Como resaltaba Casero, la técnica a la que responde el cuadro del francés es impresionista y la desgranó a través su explicación del uso del color (colores planos, primarios, secundarios, complementarios…) y de la disposición de los elementos.
El análisis del cuadro siguió un orden adaptado tanto para el experto en arte como para el menos instruido (como es mi caso). Dividió por planos la obra, atribuyó un significado a cada uno de los elementos que componen Arearea y lo relacionó con otras obras de este pintor (incluso sacó a colación a otros pintores). Nos ayudó a reparar en el marcado carácter sensorial del cuadro: olfato (el perro), oído (música), vista (nosotros), etc…
La reflexión sobre el cuadro mantenía su línea argumental sobre la que pivotaba la idea de paraíso = felicidad, así como la idea de que esta igualación viene dada por el equilibrio entre el hombre y la naturaleza.
Siguiendo una pedagogía cercana al deconstructivismo, el pintor manchego desarmó a Paul Gauguin de la manera más certera y asequible que se podía. Haciendo que su charla destacara por ideas novedosas (la del perro del cuadro representando a Gauguin) y defendió la búsqueda de un sueño a través de la pintura.

25 febrero 2007

Querído espía

Una de las cosas más deseadas y programadas para esta semana era ir a ver la película La vida de los otros. El film alemán se ha convertido, junto con Volver, en la película europea del año. Probablemente esta noche de Oscars sea el fauno quien le arrebate la estatuilla, pero eso no es excusa para dejar de verla.

Llama mucho la atención leer en cualquier reseña de cine que la película en cuestión sea la ópera prima del director (Florian Henckel Von Donnersmarck), especialmente porque la historia se antoja de gran envergadura y los actores, muy reconocidos en su país, han apostado por una historia políticamente comprometida. Confieso mi atracción por esta actitud revisionista del pasado de un país (recordemos los últimos éxitos del cine alemán: El hundimiento o Good Bye, Lennin!). Igualmente confieso mi atracción por la actriz principal de este drama, Martina Gedek (Deliciosa Martha o Las partículas elementales), que vuelve a dar fe de su enorme solvencia interpretativa.

La historia de La vida de los otros arranca en 1984 en el estreno de una obra de teatro. El escritor y la actriz son una pareja bien avenida, pero con una pega, no están de acuerdo con ese sistema Socialista bajo el que viven y al que se tienen que someter si quieren seguir adelante con sus vidas, uno escribiendo y la otra actuando.

Durante la puesta en escena de la obra del autor hay espectadores de excepción, como un importante Ministro o miembros de la Stasi (que era algo así como un órgano que servía para vigilar la seguridad del estado, o dicho de otro modo, espías que trataban de adelantarse a la gente que no pensaba del mismo modo –disidentes- y cerrarles la boca a toda costa y sin ningún tipo de contemplaciones).

Uno de los espectadores que asiste a la representación de la obra de teatro decide que quizás no sean personas afines al régimen y por ello hay que vigilarlos. Seguro que pueden encontrar algo para acusarlos, cosa que daría un buen empujón a su carrera dentro del “sistema”.

Un espía seguirá cada paso, anotará con todo rigor lo que ocurra en la casa, cada conversación…dando así cuenta de todo lo que acontece en la vida de los otros…

La película explota al máximo el perfil de cada personaje. En la actriz la característica principal será el rostro, su presencia; en el escritor, las palabras, los escritos, los libros y su arma principal una máquina de escribir. En el caso del espía el sigilo, el oído y, especialmente, el silencio.

La interpretación de los actores está milimétricamente estudiada y ejecutada. Nada de afectación inútil. Saben lo que puede pasar en cualquier momento y bajo esa sombra de la Stasi sus personajes dan coherencia a las directrices marcada por el guión y la dirección.
He mencionado a Martina Gedek, pero también merece destacarse el papel de Sebastian Koch y especialmente a Ulrich Mühe, sencillamente deslumbrante.

20 febrero 2007

Estilo propio

Pues yo estoy muy contento porque este finde ha sido muy completito.
El viernes fui a la fiesta que se celebraba por el segundo cumpleaños de PUNTO CULTURAL (www.puntocultural.com) y lo pasé genial. Reencuentro con gente a la que no veía desde hacía tiempo (María "power ranger" ;-)), encuentro -nada casual- con gente con "estilo propio" -que dirían chico y chica- y de la que cada día soy más fan (?) y, por supuesto, gente a la que quiero mucho mucho (quienes son lo saben) y que como siempre tienen su punto.
En general el sitio era super chulo, muy bien ambientado y a tope de gente. Me compré una camiseta muy bonita que ya estoy deseando de estrenar. Rellené un pequeño cuestionario para participar en un sorteo...espero tener suerte.
La selección de música corrió a cargo de "Las Niñas Sodómicas DJ" que, según supe más tarde, se reunían después de una larga temporada sin pinchar juntas. La música le dió más caché al sitio, todo hay que decirlo.
En fin, afortunadamente tenemos punto para rato.
Ah, el color dominante: El Rojo, como se puede ver.


16 febrero 2007



Es que cumplen 2 añitos. Por eso hay que celebrarlo...

Para saber de ellos mira más abajo, en la entrada titulada: www.puntocultural.com (o ya puestos, entra directamente en su página, me lo agradecerás).

15 febrero 2007

Complejo de Atlas



Todo hombre presupone que lo que es valioso para él debe estar resguardado de los demás. Hay hombres que aman el oro, lo ansían y lo guardan con sus vidas, a pesar de que la vida misma es más preciosa que cualquier metal.


Y la autora del momento se llama Winterson, Jeanette Winterson.
Lo último de la británica lo acabo de terminar: La Carga. A pesar de su título, no hay nada más fácil que leer a esta mujer.

La carga centra su argumento en el mito de Atlas sosteniendo el mundo. Heracles, en uno de sus trabajos, tiene que llegar al jardín de las Hespérides para coger tres manzanas del árbol de Hera. Pero hay un problema, él no las puede coger. Lo hará Atlas en su lugar y, favor por favor, mientras tanto Heracles sostendrá el mundo en sus espaldas.

En esa suerte de retiro de Heracles, las dudas empiezan a asaltarle. ¿Volverá Atlas con las manzanas? y, lo más importante, ¿querrá soportar el peso del mundo cuando ha sido liberado de semejante yugo?

Winterson toma el mito para revisarlo, para contar la historia de nuevo. Contar la historia de nuevo supone para la autora una demarcación de los límites del propio mito y pasa por aplicar todas esas diatribas y dilemas a su vida personal. Porque, al fin y al cabo, todas esas historias que conocemos -reales o ficticias- sirven para conocernos mejor.
Preguntas como de dónde venimos. Por qué estamos aquí. Las circunstancias de cada uno. La autora ha tenido la gentileza de exponer partes de sí misma en esta obra, algo que un fan suyo como yo agradece infinitamente.
Tomando esa referencia personal es como establece un paralelismo entre la carga que soportaba Atlas y la que soporta cada uno de nosotros con nuestro bagaje vital, con nuestras experiencias y deseos. De este modo llegamos a ver el significado de las manzanas que cogió Atlas del árbol de Hera y, especialmente, entenderemos por qué dos eran muy ligeras y una muy pesada. La ligereza de esas dos manzanas se correspondía con la ligereza del pasado y el futuro, algo que para nosotros quedará en recuerdos el primer caso y en expectativas o deseos en el segundo. La consecuencia es que todo, visto de un modo realista y con precisión, es tan hipotético como volátil. Puede desvanecerse en cualquier momento.
Por su parte, la manzana más pesada simboliza el presente, justo el punto en el que estás ahora que lees este blog, un punto aprisionado permanentemente entre el pasado y el presente.

¿Qué resistencia tiene una persona para aguantar la carga del presente?
Es la cuestión a la que Winterson trata de responderse releyendo y recontando una nueva versión del mito.
La autora británica afirma que cuanto más consciente es uno de lo que le rodea y más claras tenga las razones de su situación, más llevadera se hace la carga. En resumidas cuentas: la capacidad de carga es directamente proporcional al conocimiento de la misma. Por eso Atlas nos conocía tan bien.

¿Qué puedo contaros de las elecciones que hacemos?
El destino se lee como el polo opuesto de la decisión, y así gran parte de la vida se lee como destino.
Cuando nací, mi madre me entregó a una extraña. No tengo nada que decir sobre eso. Fue su decisión, mi destino.
Más tarde, mi madre adoptiva me rechazó. Y me dijo que no le pertenecía a ella, lo cual era cierto.
Puesto que nadie cuidaba de mi, aprendí a cuidar de mí misma.
Me dicen que tengo complejo de Atlas.

Que sea leve...

14 febrero 2007

www.puntocultural.com

A menudo me asalta esa imagen: Yo, sentado en un estudio de radio, presenciando cómo se desarrollaba un programa de radio: "Caídos del cielo".
...Y allí estaba yo. Con tres personajes que lo único que hacían era lo que les gustaba. Es curioso cómo esos pequeños detalles han ido permaneciendo de manera inquebrantable en mi cabeza y me han hecho apreciar el trabajo de estos locos. De esas tres personas, una no está, pero las otras dos sí que continúan esa ardua labor de atrapar sueños. Sueños. Bonita palabra de magno significado. Los sueños para mí son esa serie de ideas que entran en tu cabeza y dan vueltas y pueden poseer tu voluntad, guiándote a hacer lo posible por conseguirlas.
Tiempo después pusieron en marcha Punto Cultural. Una revista que hoy cumple dos años. Creo que hoy es necesario vestir las mejores galas para celebrar que algún sueño se ha cumplido, que a través de esta revista han acercado a muchos personajes locales a su gente, que han llamado la atención de gente de fuera y que han peleado para que el proyecto goce de buena salud y salga adelante.
Las cuatro personas que ahora integran esta revista nazarena tocan palos distintos, a algunos los conozco mejor que a otros, pero me consta que están llenos de talento, de posibilidades, buenas ideas...y sobre todo, eso, sueños. Desde aquí sólo deseo que vaya para largo, que cumplan muchos más y nos hagan tener un gusanillo en el estómago cada vez que, cada quince días, leemos algo nuevo.
Como siempre, se encuentran en Dos Hermanas, reivindicando las posibilidades de convertir los sueños en realidad desde dentro.
Gracias a Punto Cultural podemos conocer mejor partes de la ciudad. Indagar en las entrañas de la localidad, de sus costumbres, recorrer barrios, estar al tanto de su oferta cultural...y encima es gratis. Es posible acceder a una versión impresa (en los puntos de difusión de la revista) o a través de su versión on line.

Ellos han contribuido a que una persona completamente ajena a esa ciudad fuese conectando poco a poco, desarrollando un cariño especial por ciertos rincones y pasar buenos ratos. En definitiva Dos Hermanas me hace sentir cosas muy buenas, estar como en casa, cosa por la que necesito agradecer y no dejo de resaltar la generosidad de gente que ahí he conocido, ya que esta ciudad me ha permitido recalar en una familia.
No concibo otra manera de mirar el trabajo de estas personas que no sea con el más profundo respeto y la más absoluta admiración. Gracias a ellos tengo referencias reales de palabras como esfuerzo, ilusión, buenas intenciones, arte, música, etc...Palabras que quedan cortas para definir con precisión lo inagotable de la fuerza que tienen.
Esta noche haré un brindis, uno de mis primeros deseos será por larga vida y muchas satisfacciones para Punto Cultural.

¡¡¡Felicidades!!!

12 febrero 2007

Dios no sería nada sin el Diablo

Adelante, lector! ¿Quién te ha dicho que no puede haber amor verdadero, fiel y eterno en el mundo? ¡Que le corten la lengua a ese mentiroso! ¡Sígueme, lector, a mí, y sólo a mí, y yo te mostraré ese amor!"

Un libro que me gustaría mencionar es El Maestro y Margarita. Se ha convertido en uno de mis libros más apreciados. Como pocos consigue engancharme y admiro esa cuidada estructura narrativa que defiende.

Tan simple como que un día, entre todos los que hay en la eternidad, el Diablo se presenta ante todos los personajes que integran la élite literaria y teatral del Moscú de los años 30. ¿Por qué a ellos? Porque en su mayoría sostienen, defienden y alardean de ser ateos y niegan la existencia de Dios y, en consecuencia, del Demonio.

Satanás, Lucifer, Fausto, Voland (el nombre más utilizado) llega a Moscú con todo su séquito. En su periplo por la ciudad rusa visitará a esa galería de culturetas, bien situados entre la alta burguesía -especialmente la dedicada a los negocios teatrales- y con gran acierto cuestionará todos sus valores.

Dejará a un lado toda clemencia y tratará con severidad a todo aquel que ha osado llevar una vida ajena a cualquier consideración por Dios y el Diablo. Además, según la preceptiva cristiana, dado que llevan una vida mentirosa, usurera, carroñera, holgazana...les está bien empleado.
La obra tiene dos partes claramente diferenciadas y desarrolla tres líneas argumentales que se entrelazan en perfecto equilibrio. La acción arranca en un caluroso día de primavera. Accedemos a la vida de esos personajes. La novela desgrana el momento previo a la aparición de Voland (el Diablo) en sus vidas, así como todo lo que se refiere a la visita y a sus consecuencias.
La novela de Bulgakov entronca directamente con un episodio bíblico: el juicio de Poncio Pilatos a Jesús de Nazaret. Tomando como patrón el esquema de estas secuencias bíblicas -ocurridas en el año 33- el Diablo juzgará a todo burgués repelentoide que se le cruce en el camino. El juego de identidades no está del todo claro en esta novela. Es cierto que durante mucho tiempo se trató de asociar la figura de Stalin con el Poncio Pilatos de la obra, pero con el tiempo, la tercera esposa de Bulgakov -única guardiana del manuscrito a partir de la cuarta corrección- desmintió tal asociación.

En lo referente a Mijaíl Bulgakov se puede señalar que nació en Kiev, escribió en ruso y siempre fue tomado como un autor soviético. Comenzó esta obra en 1928 y no la pudo dejar terminada, pues le sobrevino la muerte en 1940. Su tercera esposa la terminó en 1941. Su tercera -y última- mujer, Yelena Shilovskaya, fue quien custodió el manuscrito durante los años posteriores a la muerte del autor, y quien finalmente lo dispuso para su publicación definitiva. Hay que mencionar que la primera vez que El Maestro y Margarita sale editada es en 1966.

Insisto en que la obra hace un recorrido por la élite literaria moscovita. La ataca y la ridiculiza con la descripción. Bulgakov fue un autor de gran éxito sobre todo en narraciones cortas y más particularmente en el mundo del teatro. Destacaría la solvencia y agilidad en su diálogo, el cual consigue dibujar a sus personajes mediante trazos muy precisos. Además proyecta en el lector toda esa carga de contenido que no se expresa de un modo verbal, pero que se desprende claramente de lo dicho.

Es cierto que Mijaíl Bulgakov tuvo muchos problemas por su disidencia con el Régimen stalinista. Todos sus hermanos habían emigrado, pero siendo ya un autor conocido, al escribir una carta solicitando el permiso para emigrar:
"Considero que, como escritor, tengo el deber de luchar contra la censura, y me refiero a cualquier tipo de censura ejercida por cualquier tipo de gobierno. Asimismo tengo la obligación de defender la libertad de prensa. El escritor que afirme y trate de probar que puede seguir escribiendo en donde no existe la libertad de creación, es como el pez que declarara públicamente no necesitar del agua para seguir existiendo".

Recibió una llamada del propio Stalin que direcamente lo interrogó. No pudo irse. A cambio -como premio- entró en la dirección del teatro (experiencia que la novela refleja al dar cabida a todos los estratos del Teatro Varietées). A partir de aquella solicitud no vivió tranquilo. La vigilancia al autor por parte del KGB fue asfixiante.

Debes leer esta novela, más que nada porque tú y yo sabemos que Dios no sería nada sin el Diablo.

Sólo te falta el traje...

Sábado por la noche. Noche de cumpleaños. Primero a la casa del anfitrión. Luego a tomar alguna copita fuera. Noticia sorpresa. El anfitrión, además de celebrar su cumpleaños, anunció su compromiso "oficial" con su pareja.

Pequeña gran sorpresa y, tras eso, a celebrarlo...TODO SE HA VUELTO MÁS SERIO...

Supongo que el símpolo de compromiso asumido y apreciado por la mayoría es un anillo, ¿no?. Pero, cosas de la vida, fíjate tú, yo preferiría algo distinto, como un sombrero. El que está debajo es tela de chulo, ¿no crees?


09 febrero 2007

Camarera de mi amor

Todo está oscuro y, de repente, una luz, alguien llega desde atrás, linterna en mano y paso firme. Sube al escenario. Nos ponemos en situación. La acción transcurrirá en 1999, a pesar de que ya han pasado tres años desde que la suerte de Lola cambió (2002 o 2007, ¡qué más da!).

Lola, una camarera sevillana que no pasa por su mejor momento, acude a trabajar como cada noche. Aguanta todo tipo de personajes que se encaraman a la barra del bar. Para colmo de males su ex-pareja decide dejarla y se pavonea delante de ella con otra. Para ponernos en situación, la camarera relata todo tipo de personajes que configuran su día a día. Se queja de todo lo que le ocurre...hasta que estalla y comienza a blasfemar contra todo divino habitante que puebla el reino celeste. Lola está en apuros, por ello acude en su ayuda María Santísima Inmaculada Concepción del Mayor Dolor y Desamparo de los Afligidos...

Comienza la obra con la entrada de la camarera en escena, poniéndonos en situación, parodiando y criticando a toda esa fauna que acude (acudimos) religosamente a bares para matar el tiempo libre. Apunta hacia todos aquellos que, de alguna manera, llevan como estandarte el lema de "el cliente tiene la razón" y puesto que te ganas la vida de cara al público, por indeseable que sean los seres con los que tratas, me otorgo el derecho a "exigir". La primera parte de la obra con la camarera como protagonitsta centra la atención en este aspecto, por ser el que detonará la acción.

Estrella Sublime lleva mucho tiempo guerreando en las salas sevillanas. Se estrenó en 2001 y desde entonces supone una parada obligada dentro de la programación de la Sala Cero (www.salacero.com). La compañía que hace posible esta obra, Bastarda Española, no ha dejado de cosechar éxito con su puesta en escena. Prueba de ello es que en cada vez que la obra se monta, la sala tiene el lleno asegurado.

Yo, como muchos que la vieron una vez, he repetido este año. Me encanta por la simplicidad del montaje: una barra, un biombo y un par de canciones bien seleccionadas y una solvente iluminación. Además, hay que destacar la agilidad y el esmero puesto en el diálogo, que resalta por lo cotidiano y localista. De ahí que la obra entronque directamente con ese tipo de teatro contemporáneo de carácter muy costumbrista, pero con tanto arte que lo hace exultantemente moderno.
Además, ambas actrices, Lola Marmolejo y Marga Martínez, están sembradas en sus respectivos papeles. Yo destaco como momentos más impactantes la aparición de la virgen, la reacción de la camarera y la retahíla de inconvenientes que cada una de las diferentes versiones de la Inmaculada que se aparece en el bar encuentran al desarrollar su milagrosa "labor".

Supongo que el riesgo que corrían en un principio, en una ciudad como Sevilla donde la Semana Santa paraliza y colapsa la vida de la ciudad durante 10 días al año -más los previos, claro está-, es que la propuesta no se entendiera en clave de referencia crítica a esa historia que se puede contar de diferentes maneras. Algunos optan por lo más ceremonioso (procesiones y toda la parafernalia que llevan aparejadas), otros por un lado más crítico y guasón que toma la vida, obra y milagros de Cristo y demás santos como ese cuentecito que escuchamos desde pequeñitos. Afortunadamente se puede comprobar que la obra goza de gran tirón y hay ganas de reirse.

Por eso, si te apetece pasar un buen rato y asistir a una obra hecha desde el mayor desenfado y con su puntito crítico-sarcástico, no puedes de visitar ese bar (Estrella Sublime) donde cada viernes, sábado y domingo del mes de febrero se aparecerá Macu entre las 9 y las 11 de la noche.
Advertido/-a quedas, ahora ya corre de tu cuenta el perdértela o ser testigo de dicha aparición.

Moraleja: Nunca desdeñes a la persona que trabaja detrás de la barra de un bar, nunca sabes cuándo va a cambiar el curso de tu vida.

05 febrero 2007

La obligación de ELEGIR: ¿la levedad o el peso?

"Einmal ist keinmal": Lo que solo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre solo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto. Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht). Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad."


Hace algunos días que terminé de leer una de las obras más señaladas de Milán Kundera: La insoportable levedad del ser. Confieso que empezaba mi lectura con alguna reticencia. Hace algunos años una amiga y yo, fans de las tribulaciones de Maqroll el Gaviero y de nuestro idolatrado Italo Calvino, dimos a parar en una conversación con Kundera. Ella estaba en ese momento leyendo La broma, de modo que mi primer acercamiento a Kundera tiene una responsable.
La broma, como bien reza el título, fue una broma bastante pesada para mí. No entendí por qué nunca me apetecía acercarme a ese lenguaje de posguerra, esa forma de narrar tan ténue, dando poca cancha a la acción, centrado siempre en personajes asfixiantes por una situación absolutamente ajena a ellos. La cuestión es que el libro me llevó como 3 o 4 meses leerlo. La pereza y cierta fobia a retomar la historia de ese libro contribuyeron a que hubiera en la lectura intermitencias de semanas y, como consecuencia, que hoy lo recuerde como una obra dudosamente recomendable.


Sin embargo La insoportable levedad del ser me ha parecido sencillamente deliciosa. Empieza coqueteando con filosofía (Nietzsche y Parménides) que ayudan a encauzar la historia y sus motivos. De este modo corren paralelamente la teoría filosófica y la historia que cuenta. Podemos acercarnos a la filosofía con las criaturas de Kundera como ejemplo. Lo que ha provocado una admiración por el autor ha sido esa manera de hacer que los sentimientos que habitualmente estereotipamos como negativos (infidelidad, traición, compromiso, celos, etc...) se hayan visto no sólo justificados o entendidos en la historia, sino despojados de ese matíz negativo.


El desarrollo de acontecimientos recurre a una serie de "casualidades" por las que comienzan a provocarse encuentros entre personajes. Así, tanto las casualidades como los deseos de los protagonistas de la historia conspiran para vertebrar esta historia. La información nos llega a través de la voz narrativa, no otorgada a ningún personaje, sino que su omnipresencia guía el sentido -más o menos recto- en el que se va a interpretar la historia. Kundera traza un laberinto emocional entre personas que se rigen por sentimientos muy dispares, en ocasiones antagónicos. Mientras Sabina se rige por códigos adscritos a la traición, Teresa sucumbe ante la fidelidad y sus decretos. Así, Tomás hace equilibrios entre lo que desea y lo que le importa, mientras Franz intenta que alguna vez sus teorías casen con su realidad. Tejer esta maraña de personalidades y cruzarlas hasta tener sentido debió ser tarea ardua para el autor, pero el resultado es admirable.
La novela, publicada en 1984, se ambienta en 1968. Kundera, alejado de la República Checa en su exilio parisino, nos hace desfilar por momentos de ocupación rusa, de regímenes comunistas, de segundas oportunidades, de coacciones y torturas, de principios, de resistencia, de derechos, de motivos...El autor no abusa en la trama de contenidos políticos, salvo al llegar al último tercio de la novela, en que dicha temática adquiere más peso y su visión crítica resulta mucho más mordaz.

La levedad y el peso.

"La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes"


01 febrero 2007

ENTRE MIL DUDAS

Cuando uno va a ver una película sobre la que ha escuchado cómo crítica y público se ponen de acuerdo en el resultado, no se puede más que pensar que pasará (gustosamente) por taquilla para deleitarse con el resultado.
A priori el reparto me atraía, especialmente Cate Blanchett y Gael García Bernal (que más que un papel tiene un cameo). No obstante, hay que destacar las sorprendentes Rinko Kikuchi y Adriana Barraza, además de la solvencia del guaperas Pitt. Creo que sus papeles destacan especialmente y se entienden mejor porque están más presentes en el film y sus personajes son mucho más exhibidos al tener un recorrido más largo en la película.
Como ya he escrito en otros blogs, no me gusta que me decepcionen cuando hay expectativas creadas tan fuertes. Expectativas, marketing, premios ¿? ¿El culpable soy yo? En parte sí, pero en parte no, pues no soy directamente responsable de lo que se ofrece. Dado que lo que se ofrece es ese resultado, necesito expresar mi punto de vista sobre lo que se está narrando -ya que he pasado por taquilla-.

Si nos centramos en la filmografía del director, Amores Perros (primer film-boom de Iñárritu) me encantó. Una obra menos pretenciosa y mucho más contundente. Por ello, en su conjunto, se me antoja mejor película.
21 Gramos pretende bloquear el centro del espectador, sin grandes alharacas, con brillantes interpretaciones que demoran el ritmo de la historia y hace que gravite en el ambiente ese halo de desesperación que sufren los protagonistas.
Babel realiza su disertación, o denuncia o exposición, de lo que es la incomunicación, la violencia, la desubicación en que se encuentran las personas en situaciones límite y lo frustrante que resulta derribar el muro que dista entre el deseo de expresarse frente a la firme intención de no escucharte. (No sé si es lo que pretende mostrar, pero es lo que me ha quedado claro a mí).
La idea puede ser buena, pero con Babel tengo mis dudas. Salí del cine concibiéndola directamente como Alatriste, condensar 4 historias (como 5 libros en esta última) en un metraje excesivo que hace que todo quede un poco deslavazado -las historias no tienen un elemento que las relacione ni de una manera expresa ni por vías digamos "ingeniosas"-, las historias tienen un impacto desigual y, en ocasiones, resultan previsibles.
No es que no me haya gustado, sino que la película se centra tanto en extremos que me parece que llega a regodearse. Por eso tengo mis dudas, y normalmente no tengo dudas al decir si una película me ha gustado o no.
¿Algo decepcionado? No tanto, pero sí me la tomo con ciertas reservas.