03 septiembre 2007

El amor es una cosa muy seria

Casi por casualidad descubrí en la librería La Carroza Carmesí. La puse en un atril con objeto de ver qué ocurría, si alguien se sentía atraido por ella...Justo al día siguiente un hombre hacía una llamada preguntando si disponíamos de algún ejemplar. Vino y me comentó que era un libro maravilloso.

La Carroza Carmesí es una novela húngara, ambientada en el Budapest de principios del siglo XX, a través de la cual nos asomamos a las vidas de dos actrices: Silzvia y Klára. La primera es una delicada y joven belleza que aspira a ser primera actriz, mientras que la segunda goza de una belleza mucho más oculta, pero con una voz resultona, que le ha hecho merecedora de algún que otro papel en la lírica de los teatros pueblerinos.

Un personaje que coprotagoniza la historia es Rezeda, el atribulado poeta errante que acompañará a Klára en su flirteo con la bohémè budapestina. Un personaje forjado como un Don Juan, a base de transgredir normas, huir y empezar de cero en numerosos lugares...aunque su experiencia con mujeres no sea tan abundante.

Las dos actrices se ven secundadas por la tía de Silzvia, una rica terrateniente de la región del Drave que viene ocasionalmente a visitarlas y a darles dinero para que sigan con su fingida solvencia.

La fiebre de la juventud, los deseos de que pasen cosas interesantes en sus vidas y las ganas de que llegue el hombre que las hará enloquecer de amor se mezclan con la ironía y la frivolidad propias de quienes protagonizan este relato y de los lectores que se asoman al mismo.

La ciudad de Budapest se dividía en dos: Buda y Pest (un amigo me ha comentado que este verano estuvo y aún pervive esa división). La primera es la parte adinerada, pija, bien...y la segunda sería la zona más deprimida. No obstante, todos cruzan al otro lado cuando se trata de infringir las leyes de la corrección moral y social. Al otro lado nadie te conoce, la libertad reside en ese anonimato que se perfila como el elemento a mediante el cual se arriesgan a ser ellos mismos sin ser censurados.

"El amor es una cosa muy seria" es una frase que aparece en la novela. Me encanta que los personajes tomen ese sentimiento tan manoseado (y personal, así como subjetivo) como elemento que atraviesa toda la novela. Todos lo buscan (el amor) o lo huyen, pero en todos está presente y tienen una actitud bien marcada hacia él. Silzvia tiene apenas 20 años y su mente fabula febrilmente, confiesa haberse enamorado decenas de veces y recrea sus desvaríos mentales amoroso en voz alta, tan vívido que parece real. Klára, por su parte, es esa persona que casi te está pidiendo permiso para entrar en tu vida sin dejar de lado los sueños y su particular complicación para llegar a lo que ansía, un amor adinerado para gozar la vida. Rezeda es el romántico-bohemio trasnochado...a todas luces un suicida, escarmentado y consciente de su infelicidad, pero un romántico al fin y al cabo.

Toda una galería de personajes que no dejan de ser tiernos por triviales y frívolos que resulten.

No puedo decir que sea una gran novela, de hecho si la recomiendo no es por la certeza que tengo sobre ella, sino precisamente por lo contrario: no estoy muy seguro ante qué tipo de obra estoy. Sólo puedo advertir algo, hacía mucho que no leía una novela tan rápido, con tanta agilidad y siguiendo a los personajes y su periplo de una manera tan gustosa.