24 septiembre 2007

La Velocidad de Septiembre.


Y es que hay momentos en los que lo único que te apetece es salir corriendo...sin mediar palabra con nadie.

Esta situación me recuerda a algo que muy poca gente entendió de "Forrest Gump", cuando empieza a correr y está casi tres años en la carretera para luego, de repente, decir que quiere volver a casa a descansar un rato.

No sé, hay cantidad de veces en las que simplemente necesitas dar un paseo, solo, estar contigo un ratito para poder ordenar ciertas cosas...Sinceramente no le veo el sentido de tener o no la fuerza y la suficiente perspectiva para encajar bien lo que te toca.


Salir corriendo me parece que siempre apetece cuando hay cambios inminentes, cuando no puedes pensar con claridad ciertas cosas, cuando tienes que decidir y no haces más que alargar el tiempo para pensar y no se encuentran asideros necesarios para apoyar una decisión...


Y es que hay veces que no hay motivos (o no nos apetece revelarlos).


¿Recuerdas la última vez que quisiste salir/saliste corriendo?