04 agosto 2008

Mensajes ocultos...

Si eres un hombre y compras tu propia ropa interior te habrás dado cuenta de que de un tiempo a esta parte sucede algo muy curioso con la ropa interior masculina. Los estampados de los calzoncillos (slips, boxers ajustados, sueltos...) tienen siempre una gran cantidad de mensajes, tipo grafiti, que rellenan toda la tela. En ocasiones este relleno se adapta al bulto en donde va colocado el paquete (se presupone un estado de relajación) , de modo que la ilustración en concreto se vea realzada por el insigne bulto.

Tengo una teoría. Existe un logo que pasada la mitad de los noventa se hizo muy popular: "the man, the legend"



Este mensaje hizo que los "creativos" diseñadores se dieran cuenta de que existía una prenda que se compraba compulsivamente, pero que no estaba a la vista. Era importante priorizar su diseño para potenciar su éxito y, como reza la leyenda del logo mencionado, había que asociarlo a un valor en alza para el hombe (la leyenda, su propia leyenda). La leyenda radica en potenciar un atractivo oculto (y subjetivo) a través de un calzoncillo: la masculinidad.

Los hay de numerosos tipos, pero lo grande de todo esto es que te puedes encontrar inscripciones en los calzoncillos que son mapas (¿buscamos un tesoro?), reivindicaciones de la marca (el logo de la empresa que los comercializa), combinación de colores imposibles, tejidos mezclados hasta lo extenuante y un largo etcétera de posibilidades que ha hecho que a estas alturas el diseño de esta prenda se haya ido de las manos a toda empresa de ropa interior.

En la época del "Wonderbra" no había espacio para otro tipo de ropa interior, pero sí se desarrolló una guerra silenciosa que se expandió: los mensajes en la ropa interior masculina. La culpa de que esa expansión casi vírica del diseño de ropa interior masculina (y femenina) con mensaje vino acrecentada por el asentamiento comercial de franquicias de poderosos grupos textiles (Inditex, por ejemplo) y demás "emporios" nacionales dedicados a vender ropa "casual".

A este bombardeo también se incorporó el mercadillo, pues los tentáculos del mensajeo interior son ineludibles. Además se terminó de imponer a través de su versión más masiva, en cantidades industriales, y rompiendo todos los moldes del decoro y la moda del momento: el bazar chino.

He aquí una pequeña galería:



Para gustos hay color y cada momento requiere su propia ropa interior. ¿Cuál es la tuya?