14 julio 2010

Nazionalismo


Resulta extraño esta ola de "nacionalismo" que asola el país como consecuencia directa de la proeza alcanzada por los jugadores de la Selección Española de Fútbol en el Mundial de Sudáfrica. Hasta hace bien poco el grito de "¡Viva España!" era algo que prudentemente se guardaba en el pasado y cada español se autoamordazaba por el reducto nacionalista-fascistoide que poderosamente evocaba.
Hace tiempo que leí cómo un periodista se cebaba con una ex triunfita que, a raíz de la participación de la otrora Rosa de España en Eurovisión, gritaba algo parecido "¡Arriba España!". Hoy son pocos los que se atreven a discutir esto y volver a arremeter contra todos y cada uno que han repetido hasta la saciedad el título del pasodoble de Manolo Escobar (estrella invitada en la celebración local por el título conseguido).

Es cierto que una nueva generación, completamente ajena a lo que el pasado nos había dejado cual pesado lastre, ha recogido el testigo y, tal como sucede muy a menudo con la lengua, ha dado un nuevo sentido a esa frase que hoy empieza a ser una constante en cada celebración nacional (especialmente en lo relacionado con el deporte).
Ya no se ve tan mal o es, quizás, que ahora el personal se autocensura a la hora de criticar gratuitamente a quien sin ninguna intención política corea esas palabras.

Llama poderosamente la atención que la victoria española coincidiera con la manifestación en bloque en Barcelona contra la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Desgraciadamente la manifestación pudo ser un éxito, pero desde luego la atención mediática se la llevaron los componentes de la roja y la gente secundó esta propuesta, tal vez ya harta y más que harta de ese lleva y trae que tienen los políticos con la crisis, sus consecuencias, las medidas y todo lo que se cacarea pero que el ciudadano de a pie es incapaz de percibir en su vida cotidiana. Hoy toca debate sobre el estado de la nación, veremos si es capaz de centrar la atención de los españoles o, ya aburridos, prefieren seguir viviendo de la resaca de la celebración de una victoria o de lo apropiado o no del beso de Casillas a su novia.

¡Hay que ver cómo pasa el tiempo y se hacen juegos de palabras un tanto extraños! Nacionalismo o NaZionalismo; "Viva España" que corea La Roja... Como dice un amigo mío, así está Hespaña.