31 agosto 2010

Vibrante y emocionante

"Me muero por ir al cielo" es la última novela que Vergara ha publicado en España de la popular escritora norteamericana Fannie Flagg. La autora de "Tomates verdes fritos en el café de Whistle Stop" vuelve sobre el sur de los Estados Unidos y retrata a una anciana de Misuri y su experiencia cercana a la muerte. En esas dos líneas narrativas, la del más allá y la del más acá, Elner Shimfissle da buena cuenta de la galería de personajes que la rodean en vida y en muerte.

Una galería de personajes peculiares que hacen que el lector se enganche de inmediato a ese sentido del humor que sólo ella sabe transmitir a sus obras, pero que a la misma vez es capaz de tornarlo como un ejercicio de alquimia en algo trascendente y emocionante.

Sin caer en la sensiblería (a veces sí) hace gala de su peculiar sentido del humor recurriendo siempre a lo sencillo y natural. Retrata personajes buenos (en el sentido más machadiano de la palabra) y que encaran la vida con la mayor honestidad y candidez probables. Muestra al lector una conclusión rápida y eficaz, consiguiendo una empatía que muchas veces te hace desear ser Elner o como mínimo poderla conocer en persona.

Hay varias conclusiones que se pueden sacar de una obra sencilla y poco ambiciosa como ésta: la vida es un regalo. Y en particular, este regalo puede terminarse en cualquier momento. Es inútil intentar controlar todo lo que nos rodea, el azar, el destino y lo que nosotros provocamos accidentalmente llega casi de manera indefectible. Varios personajes de la novela concluyen en algún momento "Uno no sabe lo que va a pasar dentro de un minuto". Y no hay nada más cierto que eso.

Lo mejor es leerlo y disfrutar de cada página. Sólo tiene una pega, se acaba pronto. A pesar de que muchos hayan visto en esta obra un nuevo intento de engancharse al espíritu de la celebrada "Tomates verdes fritos...", merece la pena leerla. Cantidad de casposos recomiendan las obras de García Márquez como si fueran el zénit literario y se olvidan de algo muy importante: DISFRUTAR de la historia. En fin, ellos se pierden la posibilidad de disfrutar con algo sencillo y natural... y sin poses tan artificiosas que ni ellos se creen.