
Casualmente ella, como buena negociadora, entró en la sala Iroquai de Jaén y nos consiguió cuatro entradas por el precio de dos.
Esa noche actuaban Dorian, un grupo catalán bastante independiente y que este verano ya lo veremos rulando por todos los festivales del país. La imagen del cantante era buena y algunas canciones geniales. El resultado fue una actuación un poco irregular, pero con momentos buenos, un poco más pop, con un poco más de vida.