26 enero 2007

Hoy por una vez...

Hoy por una vez voy a hablar de mi problema,
y me arriesgaré a que tú no me entiendas.
Pero ahí estaré, no pienso decaer.
Lloraré y montaré una escena aunque me digas que doy pena.
Yo te llamaré, vendrás como un encargo.
Tú te sentarás, dirás “no es para tanto”.
Pero gritaré, tú no sabrás por qué.
Cómo decir que estoy cansado, que creo que esto ha caducado.
[...]
Ésto ya no es lo que era,Corazón


Tras un tiempo dando vueltas sobre qué decir acerca de estos dos grupos y cómo enfocar esta comparación, me atrevo a publicar este post. Ambos me gustan mucho. De un lado está Corazóny de otro Mirafiori. Sé que esta comparación puede resultarle injusta a mucha gente, pero es que todo ha surgido a raíz de un comentario que escuché. Es cierto que son dos grupos al que se le pueden encontrar características muy parecidas, pero creo que tantas como las que los diferencian. Si empezamos por Corazón, que ya adelantaron con un ep (Garabatos) lo que podía significar la historia de de Nando y Carlos. Ese adelanto tuvo una manifestación mucho más tangible en “Electrocardiograma” (2005) que elefant sacó con gran gusto. Dentro de este mosaico que componen asistimos a retahíla de piezas que van engarzándose con gran facilidad, sin ningún bache. De esa facilidad para hilvanar tema tras tema se desprende una simplicidad que nos trae a la memoria momentos muy concretos de cualquier situación vivida.
“Melodrama” es un disco que empieza por ponernos en órbita con Radio Corazón (102.5 fm), un tema que empieza con la búsqueda en el dial de algo que nos interese escuchar. Irrumpe finalmente este tema…y con él su música y su letra:

Y así pasarán los días, seguiremos emitiendo, permaneceremos en sintonía, nos seguiremos queriendo.”

No quiero cambiar aparece como una declaración de principios. Si la que abre el disco supone la puerta de entrada a un mundo mágico y particular, la que ahora menciono supone la demarcación de una actitud:

Y no, no quiero cambiar, que cambien todos los demás. Me gusto tal y como soy, no lo puedo remediar.”

Padova es para mí la joya más preciada que esconde este disco. Te llena de recuerdos y te hace reparar en que la importancia reside en los gestos pequeños, los que te llegan y casi sin querer vas a recordar. Siempre he estado muy a favor de este tipo de canciones. No mucha complicación. Letra discreta y coqueta. Voz y mucho coro. Invita a recordar expectativas y esas búsquedas en la que no damos tregua al cansancio, porque siempre tenemos claro que lo bueno es seguir y no cejar en el empeño. La extraña sensación es que cuando la escuché la sentí como una especie de guiño a un pasado que antes sentía cerca, pero si lo pienso, se va alejando...y (es la primera vez que comento esto y detesto admitirlo) supongo que debe ser que crecemos y vamos contando con más años a nuestras espaldas.
María del mar nos trae esas clases, esa pereza por ir, por levantarte rutinariamente cuando, en realidad, si te dieran a elegir podrías dar cientos de cosas mejores que hacer y, particularmente, lo fácil que es recordar a algún compañero de pupitre.

Sin embargo, Mirafiori es un grupo de los que muchos opinan que “si te gusta Corazón, Mirafiori son lo tuyo”. No sé, he escuchado y leído esta comparación y no estoy de acuerdo con ella. Creo que se parecen, en el tipo de grupo independiente, con temática cotidiana, realmente costumbrista…
En gran medida Corazón son todo eso, pero no como para decir que son iguales o van de lo mismo. El elemento que más los distingue es que la voz de Carlos y Nando son más joviales. Algo que es de agradecer, y más teniendo en cuenta que su disco “Melodrama” aborda temáticas vinculadas al desamor, las malas pasadas, las rarezas, la sensación de que te miren como un bicho raro, etc…La firme convicción y aceptación de la diferencia te puede conceder algo que no siempre uno tiene y requiere tiempo ganar: seguridad. Mirafiori tira más por el terreno de la ensoñación, la voz cantante es más sugerente y acaricia, por ello se te puede agarrar más alguna canción (como Recuerdos en el lago articial, Agujeros en la arena o El lenguaje de las flores). Es como la banda sonora de una escapada de la que no quieres que termine el trayecto. En la escapada que ofrecen en "No podemos volver a casa" el destino no es lo importante, sino el tiempo en llegar del origen al destino. Esa escapada conecta con el título del álbum (“No podemos volver a casa”, 2006) y es que hay veces que sales de casa y no pasa nada. Otras, en cambio, sales y en el camino de regreso entiendes que no puedes volver. Tal vez uno no sepa expresar por qué, pero algo cambia y cuando cambia...

Como decía al principio, esta comparativa surge de una opinión que escuché, una actitud muy reduccionista al conectar dos grupos tan semejantes (¿?) como diferentes (¿?).
Me encantaría que alguien, si los ha escuchado, opinara acerca de ambos y arrojara un poco de luz sobre una opinión que, no es que me importe demasiado, pero me da que pensar.



Pd.: Pienso en muchas cosas, pero esta vez me ha dado por ésta.

Sabes que soy así
que nunca fui romántico
pero alguna vez lloré
más de una lágrima
y ahora no sé distinguir
ni el frío ni el calor
trata de imaginar
piensa lo triste que es
sentir cada sensación
más debil que la anterior.
[...]
Recuerdos del lago artificial, Mirafiori.