29 enero 2007

Bienvenido a la República Independiente de tu Vida


Con la excusa de que el domingo por la noche no daban en televisión cosa más interesante que la XXIª Entrega de los Premios Goya, me dispuse por la tarde a ver una película que me habían recomendado reiteradas veces y por diversas causas había aplazado.


Dado que había visto la mayoría de las pelis que optaban a premios (excepto La dama boba o La noche de los girasoles) no quería dejar pasar azuloscurocasinegro.


La verdad es que los tres premios que finalmente se llevó me parecieron merecidísimos. Es ese tipo de película que no tiene un reparto con lo más granado del cine patrio, ni un director de fama, ni un presupuesto desorbitante, pero tiene otros valores que ganan todo lo anterior: buenos actores, situaciones perfectamente resueltas y una naturalidad en el progreso de la historia que a la vez que se narra se cargan de simbolismo ciertos elementos cotidianos(un traje, unos amigos, una novia, una vergüenza...).



Esta historia habría podido ser contada desde ópticas diferentes, depende del director que la hubiera cogido, pero Daniel Sánchez Arévalo ha sabido calibrar perfectamente esa distancia que hay entre lo real y el sentido común que se funden en esa poesía de las imágenes que ofrece lo cotidiano.


Desde Antonio de la Torre (maravilloso hermano bala perdida del protagonista) hasta Marta Etura, pasando por un prometedor Quim Gutiérrez o Raúl Arévalo. Merece la pena una película que se mete en el día a día de alguien que no hace más que esforzarse para que todo funcione en su vida, vale la pena fijarse en la gente que nos demuestra que a veces las cosas no nos gustan porque no las elegimos nosotros, vale la pena porque hay personas cuya cara son un mapa de tristeza y deseos que reflejan sus recorridos vitales, porque hay gente a la que admirar, porque todos escondemos algo de nosotros mismos para nosotros mismos...y porque cuando alguien en pleno desconcierto ante el estallido de la realidad en la cara dice:



- "¿Pero ésto qué es? ¿Una secta?"

- La madre contesta: "Una familia. Tú familia."


Para mí azuloscurocasinegro es el tipo de película que nos hace sentir menos solos y nos hace reparar en que los límites a veces son impuestos, otros nos los autoimponemos. Romper los primeros lleva mucho tiempo y es cuestión de circunstancias y un poco de suerte; los segundos han de ser los primeros en romperse y empiezan por uno mismo.