14 mayo 2007

Europa está en el ESTE

El pasado sábado tuvo lugar el Festival de Eurovisión. Normalmente no lo veo, pero este sábado se propuso una cena con la excusa del Festival y quizás era una buena idea para pasar el rato y reirnos un poco.
Comenzó a las 9. La actuación de España fue la 2ª. Se suele decir que cuando la actuación es tan temprana el público la olvida rápido. D´Nash, representantes españoles, acudían con una canción "I love you, mi vida" compuesta por Rebeca (la otrora ídola adolescente que cantaba muy convencida ella eso de "Duro de pelar"). Ya la autora no presagiaba nada bueno, pero es que el cuarteto de voces no daba para más. Cuatro tíos como trinquetes que parecía que ya estaban cansados desde los primeros segundos de la canción.
Sin duda la indumentaria "blanco nuclear" contribuyó a que se hicieran invisibles para el público europeo, más si pensamos en esos movimientos de cadera tan líquidos y estilizados, más propios de un Miguel Bosé en los inicios de su carrera (ahora tan de moda).

A partir de ahí ya solo quedaba ver cómo se desarrollaban las canciones y cuál de ellos era más friki. Hubo muchos candidatos que basaron su actuación en la excentricidad, pues simpatizar con el público da puntos. Así lo hizo Ukrania, quien a mi juicio debió ser la ganadora. Mis razones son varias: estilismo, actitud, concepto de show, desparpajo sobre el escenario, divertirse y afrontar el concurso como lo que es, un festejo y no un medidor de calidad musical. No ganaron, pero tuvieron a la cutre representante de Serbia con el alma en vilo.
Leí en el blog un periódico algunos comentarios que se hacían al día siguiente. Criticaban a Ukrania por su actuación y el hecho de que la canción no tuviera letra (o la que tenía carecía de sentido). Que yo sepa nadie entendió una mierda de lo que decía Serbia -la ganadora- o Bulgaria, Rusia, Macedonia y se les dio muy bien el evento. Además, por qué el chico turco quedó tan bien y todo el mundo se quedó sin habla cuando Suecia quedó tan mal, a pesar de la apuesta tan buena que hizo para el concurso.
Quedo en estado de shock durante las votaciones. Esperaba a 24 países y de repente empiezan a salir un chorro de presentadores desde países insospechados, independizados y con la superficie de una montañita que tras una cruenta guerra se han separado del país original. Países que quizás no pinten mucho en el mapa y que, a pesar de haberse matado vivos entre ellos, se dan los 12 puntos porque, en definitiva, para qué es Eurovisión. Ayer leí esto y no pude más que quedarme frito ante mi incultura en materia de geografía: "La votación fue hecha por los telespectadores de 42 países europeos a través de llamadas de teléfono fijo y móvil y reflejó, como ocurre en los últimos años, las afinidades políticas, religiosas y étnicas de los distintos estados europeos".
¿Alguien puede arrojar luz a esta cuestión?

Saco varias conclusiones de todo esto. La primera es que está claro que sólo es un concurso, no tiene otro valor más allá de un espectáculo de entretenimiento. La credibilidad del propio concurso va en consonancia con la calidad de sus actuaciones, o sea, con menos poder de convicción que los Goya en España -que ya es decir-.
Y la segunda, las bandas de chicos con coreografías espectacularmente estudiadas y rígidas son de principios de los 90, ¿no?.
La noche fue divertida, pero no lo es tanto cuando conoces el dato de que España es uno de los 4 países que concurren en el Festival con derecho a no irse por mal clasificada que quede. ¿La razón? Aporta un dineral para la realización del Festival, por lo tanto, qué menos que garantizar una plaza fija para hacer el ridículo a sus anchas...y es que Europa está en el Este. Hablemos con propiedad desde YA de una Nueva Europa y una Antigua (la nuestra) Europa.